Este año, justo la semana antes del horrible incendio que destruyó la zona del Alto Ampurdán, estuve unos días relajándome y disfrutando de esa parte de Gerona, en las playas de la bahía de Roses y el cabo de Creus.
Golfo de Rosas
Cada vez que viajo, además de hacerme una ruta con lo que quiero ver, me informo de qué recetas no puedo dejar pasar la oportunidad probar, así como en qué lugares me pueden ofrecer las mejores versiones de esos platos.
En esta ocasión, indagando por la web del ayuntamiento de Roses, descubrí que entre varios platos propios de su gastronomía, hacían mención al Suquet de Pescado, un guiso sencillo, económico, y potente; una receta típica de los pescadores de la costa catalana y valenciana. Como base, un sofrito, al que se añaden unas patatas y caldo de pescado. Una vez que éstas están casi hechas, se incorporan lomos o rodajas de pescado o ambas cosas. Y finalmente, para darle el toque especial, se suele agregar al caldo o salsa un majado de almendras, pan, perejil, ajo y aceite de oliva.
Suquet de Peix
Tan importante es este guiso en la zona, que algunos restaurantes están adheridos a la campaña Suquet de Peix de Roses. A través de un folleto que puedes descargar en la web, puedes consultar la dirección, nombre y teléfono de los restaurantes de la localidad que te ofrecen ese guiso, cada uno elaborado su manera.
Me apunté los datos de algunos de ellos, pero sólo en uno me animé a probarlo, en el restaurante Roc Fort, no por recomendación, ni porque los demás me parecieran peores, sino porque fueron los únicos que me llamaron a probarlo con un cartel (un folio) en la puerta donde rezaba a roulador ‘Tenemos Suquet de Peix‘.
No sé si es el mejor o peor de la zona porque sólo probé ese, pero tanto a mi acompañante como a mí nos gustó el intenso sabor a mar y la textura que el majado dejaba en el caldo. Por supuesto, la cazuela añeja en la que nos sirvieron, ayudó a que el encanto casero del guiso fuera mayor.
Me gustó la experiencia, y sentí ver que, a pesar de estar lleno el restaurante, nadie más lo estaba comiendo. El precio no era desorbitado, por lo que el hecho de que fuera caro no era una razón. Las dos que se me antojan entonces son:
- Por un lado, que era el peor restaurante para probarlo, aunque a mí me pareciera buenísimo, lo que se traduce, a su vez, en que a mi paladar y al de mi acompañante les falta entrenamiento.
- O, siendo la razón que más peso tiene, que la promoción de ese Suquet de Peix es mínima y, por tanto, pasa desapercibida a los turistas de la zona.
Es buena idea la campaña de Suquet de Peix de Roses, pero animo al ayuntamiento de Roses a que le den un empujón más fuerte.
Por cierto, si os ha entrado el gusanillo y queréis probarla, os animo a prepararla en casa. Como referente, me ha gustado la receta casera de Suquet de Pescado que he visto en Directo al Paladar. ¡Qué aproveche!
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